25 octubre 2017

Perdido Por El Mundo

Mi madre trabajaba en un supermercado. Una mañana se le acerco un niñito, que la miró con unos ojos enormes y tristes, y le dijo que estaba perdido. Mi madre lo tomo de la mano, lo acaricio y le aseguró que pronto encontrarían a su mamá. Juntos recorrieron todos los pasillos, mientras mi madre le preguntaba al pequeño, una vez tras otra:
―¿No ves a tu mami?
―No ―contestaba siempre el niño.
Finalmente, mi madre lo llevó a la entrada de supermercado y lo sentó encima de un mostrador. Le pidió que mirara con mucho cuidado, a ver si encontraba a su mamá.
―¿No está por ahí?
―No ―respondió el niño―, al único que he visto es a mi papá.

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